viernes, 13 de agosto de 2010

Manual de Supervivencia (III): Orientación

Veamos algunas formas de orientación sin tener ninguna ayuda como mapas, brújulas, GPS u otros utensilios, utilizando el medio que nos rodea.

Sol

La salida del Sol se produce por el este y la puesta por el oeste, pero con precisión sólo en los equinoccios (alrededor de 21 de marzo y 23 de septiembre y fiable si se observa en terreno llano), aún así, es una referencia.

A través de las sombras de los objetos también es posible. Podemos tomar como referencia el tronco de un arbol, una roca de gran tamaño o colocando un palo o una rama en vertical en el suelo, señalando el extremo de la sombra que genere. Al cabo de al menos 10 o 15 minutos, volvemos a marcar el extremo de la sombra. La línea que une ambos puntos nos indica la dirección del oeste y este, en el orden que lo marcamos respectivamente. Así mismo, la línea perperdicular a ella indica el norte y sur, siguiendo la representación de los puntos cardinales.


Luna

Existe la regla memotécnica SOEOES para recordar mediante sus fases:
  • SO - Creciente: La luna en fase creciente realiza el recorrido de Sur a Oeste (puntas hacia el Este).
  • EO - Llena: La luna llena realiza el recorrido de Este a Oeste.
  • ES - Decreciente: La luna en fase decreciente realiza el recorrido de Este a Sur (puntas hacia el Oeste).
Recordar que la Luna está en fase creciente cuando tiene forma de D y en fase decreciente o menguante en forma de C.


Estrellas


Localizando la Osa Mayor (forma de carro), multiplicando por 5 la distancia entre las estrellas Merak y Dube (las 2 estrellas del extremo que forman un lado externo del carro), sabremos dónde está la Estrella Polar que indica el norte magnético, que no es exactamente el norte cardinal, pero es válido para orientarse.

También podemos buscar la constelación Cassiopeia (forma de W) y la Osa Menor (forma de cometa) para localizar la Estrella Polar que forma el inicio de esta última constelación, como se puede apreciar en la imagen derecha.


Indicios

El medio por el que nos desplacemos nos ofrecerá numeros indicios, que aunque no se puede considerar precisos, es recomendable conocer algunos:
  • En el hemisferio norte, los musgos o vegetación en general crecen y se mantienen mejor en la cara sombría y húmeda que suele marcar el norte.
  • Las laderas de las montañas que se pueden considerar como orientadas hacia el norte suelen ser más húmedas, de tonos más fríos y retienen más la nieve.
  • En las iglesias románicas, la línea formada por la puerta y el altar marca la dirección Este-Oeste.
  • Las aves en sus migraciones a final de otoño se diriguen al Sur (buscando más temperatura) mientras que en primavera buscan el Norte.
  • No fiarse del viento ni corrientes en un momento puntual, sino observar la inclinación de los árboles, la inclinación en la acumulación de arena, nieve, etc.
  • El agua al salir de un embudo gira en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte y al revés en el sur.
Imagen aabrilru

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