sábado, 21 de agosto de 2010

Manual de Supervivencia (IV): Primeros auxilios

Es esencial mantener la calma en todo momento y no realizar ninguna maniobra que no se domine, como mover a un accidentado.

Examinar
Analizaremos en unos pasos el estado de la persona:
  1. Conciencia: comprobar si la persona tiene conocimiento y no está desmayada, por ejemplo, intentando que pronuncie algunas palabras, con el movimiento de alguna extremidad u ojos, etc. Puede ser un indicador de gravedad, debido a un traumatismo grave, intoxicación o diversas enfermedades (diabetes, epilepsia, etc.).
  2. Respiración: se puede comprobar acercándonos a la boca del sujeto, con lo que se oirá y sentirá sus expiraciones. También mediante el movimiento del pecho al tomar y expulsar el aire. Tenga en cuenta que sin respirar, en unos minutos comienza la muerte celular en el cerebro y es irreversible.
  3. Pulso: colocamos el dedo índice y corazón en la muñeca de un brazo, teniendo su parte interior hacia arriba, o bien en el cuello debajo de la mandíbula. La frecuencia normal está entre 65 y 85 pulsaciones. Además de la frecuencia, nótese la intensidad.
  4. Exploración general: comprobar la temperatura corporal y detectar hemorragias, quemaduras, vómitos, palidez, etc.

Si es posible, avise a los servicios de emergencia y que los pacientes sean tratados por las personas que más conocimientos sanitarios posean. En todo caso, recuerde que debe comprobar regularmente los pasos anteriores para monitorizar la evolución del herido

Tenga en cuenta que se puede tener pulso y no respirar. Sin embargo, no se puede respirar sin tener pulso (parada cardiorrespiratoria).

Actuación
En función de la información obtenida, procedemos:
  • Parada respiratoria
    • Síntomas: está inconsciente, tiene pulso pero no respira.
    • Procedimiento:
    1. Despejar las vías aéreas. Con un pañuelo bien sujeto o con los propios dedos, extraer cualquier cuerpo extraño, sangre y vómito.
    2. Prepararlas. Colocando el dedo pulgar bajo la nariz, la palma de la misma mano en la frente y empujando hacia atrás y mover la mandíbula para que la boca quede abierta. Esta maniobra aumenta el caudal de aire y evita tragarse la lengua. 
    3. Insuflar. Colocar nuestros labios junto con los del paciente, intentando sellar lo mejor posible, y a continuación expulsar todo nuestro aire y repetir este paso.
  • Parada cardiorrespiratoria.
    • Síntomas: está inconsciente, no respira y no tiene pulso. 
    • Procedimiento: a los anteriores pasos, sumamos otro:
 4. Masaje cardiaco. Al lado del cuerpo, de rodillas, con los brazos rectos y perperdiculares al pecho y sin apoyar los dedos ni la palma de la mano que pondremos la otra sobre la primera, dejaremos dejar caer nuestro peso para descender el tórax unos centrímetros. Antes de iniciar esta maniobra, podemos tantear para comprobar a qué altura comienza la presión en músculos cardiacos, puesto que cada persona tiene una complexión diferente.
      •  Por cada 15 masajes cardiacos realizar 1 insuflación.
  • Shock.
    • Síntomas: respira y tiene pulso, puede estar consciente o no. 
    • Procedimiento:
      • Colocar al paciente en una superficie seca, fresca y a la sombra, boca arriba aunque con la cabeza girada, para evitar tragarse la lengua, elevándole las piernas para facilitar el retorno venoso. 
      • Se puede acompañar colocando paños fríos en la frente, abanicarle o soplarle el rostro. Si está consciente, intente hablarle para tranquilizarle.
  • Intoxicación o envenenamiento.
    • Síntomas: se puede llegar a perder el conocimiento y a parada cardiorrespiratoria, pero la actuación es previa a ello y posterior a la ingesta. 
    • Procedimiento
      • Si se acaba de ingerir, provoque el vómito introduciéndose un dedo en la garganta, salvo que haya ingerido gasolina, kerex, ácidos o sustancias corrosivas, puesto que multiplicará el daño. 
      • En todo caso, tomar líquidos en abundancia, preferentemente agua o zumos, contrarresta los efectos.
  • Hipotermia.
    • Síntomas: respiración y pulso lento, piel pálida y fría y somnolencia.
    • Procedimiento
      • Retirar el cuerpo a un lugar con temperatura ambiente, evitando exposición a corrientes de viento y cubrirle con mantas o abrigos.
      • Con frío extremo o situación grave, abrigar cuello y cabeza (bufanda y gorro o pasamontañas, por ejemplo) para mantener la temperatura en puntos vitales.
  • Quemaduras
    • Síntomas: piel enrojecida, con ampollas y/o carbonizada. (1er, 2º y 3er grado respectivamente). Puede acompañar mareos, náuseas o somnolencia.
    • Procedimiento:
      • Eliminar el foco. Si ha estado expuesto al Sol, manténgase en un sitio fresco y con sombra. Si se ha producido por proximidad o contacto directo con productos químicos o fuego, manténgase fuera de su alcance. En el caso de que un cuerpo esté envuelto en llamas, impedir que corra, enrrollarlo en una manta o abrigo grande y hacerlo rodar por el suelo para apagar el fuego.
      • Cubrir las quemaduras: protega las heridas con compresas estériles o sábanas limpias. Antes de ello si fuera posible, enfríalas con agua entre 10ºC y 20ºC durante 10 minutos para calmar el dolor.
      • Si presenta quemaduras de 2º grado, nunca explote las ampollas para evitar infección.
      • Si presenta quemaduras de 3er grado, no dar de comer ni beber nada al herido.
  • Fracturas
    • Síntomas: intenso dolor localizado que aumenta con la palpación y movimiento, movilidad limitada y hematoma. En fracturas que impliquen el tórax, cabeza o espalda puede presentar parada respiratoria o cardiorrespiratoria, pérdida de conocimiento o náuseas.
    • Procedimiento:
      • Abrir o quitar las prendas que se ajusten a ella para no presionar y evitar el movimiento de la zona afectada.
      • Si procede y es posible, elevar el miembro fracturado para disminuir el probable sangrado y edema.
      • Inmovilizar la fractura en la misma situación en la que se encuentre con ayuda de tablillas, cuerdas, almohadillas o los medios similares que tenga disponible.

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