domingo, 20 de febrero de 2011

Manual de Supervivencia (V): El Refugio

En toda situación de supervivencia se necesita un refugio donde resguardarnos de las inclemencias meteorológicas, descansar e incluso preparar los alimentos. Pero, ¿porqué construir un refugio si la naturaleza nos lo proporciona? Antes de buscar los materiales para construir uno, debemos explorar la zona para encontrar un refugio natural, como una cueva.

Para explorar una zona desconocida, nos debemos desplazar teniendo siempre un punto de referencia, como un edificio, un árbol especial o una montaña característica. Si no es así, nos desplazaremos en forma de espiral respecto a nuestro punto de partida. De esta forma, exploraremos los alrededores sin ningún temor a perdernos.

Aunque no encontremos un refugio natural como tal, debemos aprovechar la orografía y construir el refugio aprovechando alguna roca o accidente geográfico. Eso sí, siempre un lugar seco y a salvo de peligros como cerca de un río, ya que puede crecer y desbordarse.

Para construir debemos recoger del entorno las ramas más gruesas de diferente longitud, ramas lo más largas posibles sin importar su espesor y hojas de la diferente vegetación. Las primeras formarán el soporte esencial para poner encima y formar una malla con las hojas más pequeñas. Adicionalmente, las hojas pueden proporcionarnos mayor protección frente a la lluvia.

Se debe tener en cuenta que a mayor tamaño de refugio, mayor esfuerzo para calentarlo y mayores recursos para construirlo, por lo que se recomienda ajustarlo a la talla de su cuerpo tumbado.

Para finalizar, recuerde que puede utilizar un poncho o una superficie plástica, de tal forma que le proporcione cobijo y al mismo tiempo, recaudar el agua de la lluvia a algún envase. Tenga en cuenta, que a menor ángulo de inclinación mayor será la superficie horizontal de recogida.

Si su estancia se va prolongar, debe preparar una zona para realizar sus necesidades alejada lo suficiente del refugio para evitar infecciones pero próxima para no evitar usarlo. Tenga preparada tierra o arena alrededor para enterrar tras su uso. Adicionalmente, puede añadir comodidad añadiendo un resguardo superior para protegerse de la lluvia. Recuerde que este emplazamiento no debe estar alineado con los vientos predominantes hacia el refugio.

Imagen frankdouwes

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